La amniocentesis es una prueba que extrae líquido amniótico, que rodea y protege al bebé durante el embarazo, y células del útero para obtener información sobre la salud del bebé; sin embargo, tiene riesgos asociados. Pero ahora, gracias a una prueba genética no invasiva, desarrollada por un equipo de investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH), el Hospital Brigham and Women’s (BWH) y el Instituto Broad del MIT y Harvard (EE.UU.), es posible analizar la sangre de personas embarazadas para estudiar todos los genes fetales sin correr riesgos.
De momento se ha evaluado la prueba en muestras de sangre de 51 personas embarazadas y se ha visto que la prueba podía capturar variantes heredadas de la madre, así como nuevas variantes que no estaban presentes en la madre y estaban asociadas con diagnósticos prenatales. Los resultados se publican en ‘The New England Journal of Medicine‘.
«El estudio sugiere que es factible detectar la mayoría de los genes del genoma fetal mediante un análisis de sangre sin la necesidad de un procedimiento invasivo como es la amniocentesis», explica el autor principal Michael E. Talkowski.