Un equipo del Ciber de Enfermedades Cardiovasculares (CiberCV) ha identificado cómo el estrés adrenérgico -una influencia ambiental que favorece la progresión de tumores- facilita la respuesta de adaptación de las células que causan el cáncer de mama a la hipoxia (falta de oxígeno) y su proliferación incluso en condiciones adversas. El trabajo, que se publica en Cancers, ha sido dirigido por Petronila Penela y Federico Mayor, en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, de Madrid, en colaboración con investigadores del Ciber de Enfermedades Hepáticas y Digestivas y el CIC bioGUNE y del CiberNED e Idival.
El estudio muestra la manera en que las células tumorales amplifican la adaptación a la hipoxia que es un factor clave en la evolución del cáncer. Los investigadores, mediante métodos in vitro, de estudio celular y técnicas de bioinformática, han determinado que las células tumorales utilizan a la proteína GRK2 y a un regulador llamado HuR para acumular un factor, el HIF-1, que afecta a la expresión de genes y a una amplia gama de funciones celulares, entre ellas, las que inducen a la supervivencia y la formación de nuevos vasos sanguíneos.
Según explica Clara Reglero, primera autora del trabajo, “aquellas células con capacidad para poner en marcha mecanismos que potencien la respuesta a la hipoxia, y en particular la acumulación de HIF-1, tendrán más ventajas para seguir expandiéndose y, por lo tanto, representan una oportunidad terapéutica para poder frenar los tumores”.