¿Por qué aún no existe una vacuna contra el coronavirus?

El desarrollo de una vacuna es un proceso complejo. Para empezar, se requiere partir de conocimiento previo sobre las características biológicas e inmunológicas del patógeno -virus, bacteria, o parásito-. A continuación, habría que sintetizar el candidato vacunal y desarrollar ensayos que permitan evaluar su eficacia. Finalmente, si los pasos anteriores han sido exitosos, hay que cumplir todos los requisitos legales su puesta en circulación.

La elección del antígeno o antígenos- es decir las proteínas del patógeno que se incluyen en la vacuna- es un aspecto esencial en el diseño de la estrategia de ataque.

Una vez superadas las pruebas en animales, llega el momento de evaluar la seguridad y eficacia en humanos: los ensayos clínicos. Primero se valora la seguridad del candidato vacunal en un pequeño grupo de voluntarios sanos –ensayos en fase I–, para posteriormente pasar a grupos más grandes en los que probar las dosis y pautas adecuadas -fase II- Si todo va bien, se procede a evaluar la eficacia de la vacuna en un número aún mayor de individuos –fase III–. Pasado este proceso se puede empezar a producir la vacuna.

En situaciones de emergencia como la actual, estos ensayos se pueden acelerar, claro. Pero seguramente no tanto como nos gustaría, ya que no hay que olvidar que constituyen una cadena: si nos saltamos un escalón es más probable que fallemos en el siguiente.

 

https://www.abc.es/salud/enfermedades/abci-no-existe-vacuna-contra-coronavirus-202003280227_noticia.html