Una de las peculiaridades que hace que el VIH, el virus que causa el sida, sea imposible de eliminar del organismo y así curar a la persona con VIH es la capacidad que tiene este virus de esconderse de los tratamientos.
Un estudio que se publica en «Cell Host & Microbe», sugiere una nueva vía para destruir la capa que protege a las células que contienen el VIH y hacerlas susceptibles a los anticuerpos del propio paciente que, hasta ahora, no eran de mucha utilidad contra el VIH.
El equipo de investigadores dirigido por científicos de Universidad de Yale (EE.UU.) y el Centro de Investigación del Hospital de la Universidad de Montreal (Canadá) interrumpió el tratamiento antirretroviral en un grupo de ratones que portaban plasma humano y células sanguíneas infectadas con el VIH. Posteriormente trataron a los ratones con un fármaco desarrollado en la Universidad de Pensilvania que imita a los receptores de células T inmunes llamados CD4. La molécula similar a CD4 se une y expone las partes vulnerables de la envoltura viral en las células infectadas.
Y los resultados mostraron que los ratones no experimentaron ningún rebote de la infección o este se retrasó mucho antes de que se reiniciara la infección activa por VIH. Los investigadores esperan que algún día el nuevo tratamiento elimine la necesidad de tratamientos antirretrovirales a largo plazo.