Recientemente, científicos de varios centros de investigación han publicado un estudio conjunto en el que se comprueba la gran capacidad de la melanina sintética para favorecer la regeneración de la piel. La melanina es un pigmento natural que fabrica la piel para protegerse, por ejemplo, de la luz solar. Son conocidas sus características de protección y antioxidantes: es capaz de eliminar radicales de oxígeno, secuestrar moléculas dañinas y absorber luz ultravioleta. Pero en muchas ocasiones sería deseable tener más melanina de lo normal en una zona de la piel herida.
Eso es precisamente lo que han estudiado los investigadores. Para empezar, sintetizaron melanina de forma artificial. Con esto obtuvieron nanopartículas de dos tamaños: en torno a 200 nanómetros (partículas SMP Hi) y en torno a 300 nanómetros (SMP Lo).
Después usaron cremas con estas partículas para tratar dos tipos de herida distintas en piel de ratones, unas provocadas con un tratamiento de mostaza de nitrógeno, un compuesto corrosivo; y otras generadas con luz ultravioleta (UV).
Los resultados sobre la curación de las heridas por mostaza de nitrógeno fueron reveladores. Además de aumentar la velocidad de curación, el aspecto final de la piel fue mejor cuando se usó melanina sintética que cuando no se usó.
La melanina, ya sea natural o sintética, presenta una serie de propiedades fascinantes. Esto la convierte en un material muy interesante para aplicaciones biomédicas: regeneración de tejidos, protección contra distintos tipos de agresiones, terapia fototérmica y fotodinámica contra el cáncer, etc. Con la indiscutible ventaja de que es un material absolutamente compatible con los tejidos del cuerpo, dado que el propio organismo la sintetiza.