Llega a España la tercera vacuna anti-COVID-19

Actualmente España se encuentra en una situación pandémica comprometida, a pesar del evidente descenso en la últimas dos semanas de la curva de la tercera ola, que al 17 de febrero arroja cifras todavía preocupantes, con más de 3 millones de infectados desde el inicio de la pandemia (3’086.286) y una incidencia acumulada en los últimos 14 días de 416,91 por 100.000 habitantes (viene de un pico de 899 el 27 de enero).

Todas las esperanzas están en las vacunas, con los ojos puestos en Israel, país más avanzado en la vacunación. El 6 de febrero llegó la tercera vacuna (AZD1222 de University of Oxford/AstraZeneca) con un mecanismo diferente a las dos de ARN mensajero disponibles en el territorio y que ha cambiado la estrategia de vacunación, principalmente porque el Gobierno decidió no administrarlas en mayores de 55 años debido a no tener suficientes datos sobre la seguridad en esta población etaria, en contra de la opinión de los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).[1]

El ritmo de vacunación en España es demasiado lento, en gran parte condicionado por la escasa cantidad que nos corresponde de las que adquiere la Unión Europea de forma centralizada para sus países miembros.

Con la reciente incorporación de los envíos previstos de AstraZeneca, el Gobierno de España tiene previsto distribuir a lo largo del presente mes más de 4 millones de dosis de las vacunas de Pfizer/BioNTech, Moderna y University of Oxford/AstraZeneca. A 1’810.575 dosis de AZD1222, cabría sumar las casi 2’200.000 dosis previstas de las vacunas de ARN mensajero (Pfizer/BioNTech y Moderna).

 

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