Un equipo de científicos japoneses han desarrollado pequeños organoides de hígado a partir de células madre que, trasplantados en ratones, se integran en el órgano original y ayudan a reparar lesiones fibróticas. Estos daños, semejantes a cicatrices en el tejido, son comunes a muchas enfermedades hepáticas, como la del hígado graso o la cirrosis. Según los autores, que publican los resultados en la revista ‘Science Translational Medicine‘, dichos organoides podrían ofrecer en el futuro una alternativa a los trasplantes de hígado.
Este avance prometedor sugiere que los organoides podrían ser una alternativa viable a los trasplantes de hígado completos en enfermedades hepáticas avanzadas.
«La desproporción oferta/demanda es un fenómeno universal en todo tipo de trasplantes de órganos, pero es especialmente angustiosa en el caso del hígado por ser el más demandado después del riñón y porque, a diferencia de este, carece de alternativas del tipo de la diálisis y tiene, por tanto, carácter vital. Por ello, el trasplante de hígado es hoy por hoy la única solución a todo tipo de enfermedades hepáticas en situación terminal».