Vall d´Hebron opera la parálisis facial sin cicatrices

Desde hace cuatro años, un equipo de cirujanos del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, liderados por el doctor Joan Pere Barret, consigue reparar la parálisis facial y sus lesiones con una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que optimiza los resultados y libera a los afectados de las traumáticas marcas postquirúrgicas.

La técnica, pionera en el mundo y de la que ya se han beneficiado 24 pacientes, se realiza a través de dos pequeñas incisiones, una detrás de la oreja y otra en el interior de la boca, por lo que no hay cicatrices y permite reducir el tiempo de intervención y el postoperatorio, lo que ayuda a iniciar antes la rehabilitación a los afectados.

«No solo hay ventajas estéticas, ya que no hay cicatriz. Además, los pacientes pueden irse a casa al tercer día y no al décimo como antes y el dolor se minimiza», precisa el especialista.

La parálisis facial es una patología que afecta a entre 15 y 45 personas por cada 100.000, y sólo un 30 por ciento no consigue una recuperación completa. Este tipo de dolencia pone en peligro la viabilidad del ojo, altera el habla y dificulta la alimentación, y tiene un gran impacto psicológico y emocional en la persona afectada.