Un simple análisis de sangre puede salvar vidas y en zonas de guerra, todavía más. Médicos Sin Fronteras denunció en 2013 que personas que sobrevivían a bombardeos en Siria morían en los hospitales después de recibir una transfusión, porque los centros de salud locales no tienen los materiales necesarios para analizar y determinar el grupo sanguíneo de los pacientes. Para solventar problemas como ese, un grupo de científicos chinos acaba de crear un análisis de sangre basado en papel que puede llevarse a cabo, sin la necesidad de equipo especializado, en zonas de conflicto, áreas remotas con pocos recursos o en situaciones de emergencia.
La prueba, desarrollada por el biólogo Hong Zhang y su equipo, consiste en dos pasos: primero, los investigadores aplicaron una pequeña muestra de sangre en una tira de papel con extremidades A y B que contenía anticuerpos que reconocen diferentes marcadores de tipos sanguíneos (antígenos); después, aplicaron bromocresol (una solución de color verde). Los resultados aparecieron como cambios de color en las extremidades de la tira —verde si un antígeno de determinado grupo sanguíneo estaba presente en la muestra y marrón si no—.
http://elpais.com/elpais/2017/03/14/ciencia/1489506074_398650.html