Un microbioma saludable mejora resultados del trasplante de progenitores hematopoyéticos

Los pacientes con menor diversidad microbiana antes del procedimiento muestran una supervivencia global más baja y mayor riesgo de enfermedad injerto contra huésped (EICH). Así lo indican los resultados de un estudio dirigido en el Centro de Cáncer Memorial Sloan Kettering, en Nueva York, con participación de Europa y Japón.

Existían otras investigaciones que relacionaban la composición  de los microbios intestinales poco después del TPH pero esta es la primera en sugerir que la asociación comienza antes de iniciarse el trasplante y que podrían tomarse medidas previas para mejorar la salud de la microbiota. “Antes de seleccionar a los pacientes para el trasplante hacemos muchas pruebas para asegurar que sus órganos están en orden, pero en el futuro creemos que la microbiota formará parte de la evaluación y que será posible intervenirla y repararla el periodo pre TPH”, explica el director del trabajo, Jonathan Peled, advirtiendo que aunque se trata de un estudio de observación que no muestra causas y efectos “pero sugiere que sería posible reducir las complicaciones  mejorando la microbiota intestinal antes de comenzar el trasplante”.

Durante el estudio se ha visto que los pacientes que esperaban TPH tenían una microbiota con diversidad menor (de 1.7 a 2.5 veces más baja) que la de los voluntarios sanos, y también que las comunidades de microbios intestinales en la mayoría de pacientes estaban dominadas por especies de una sola bacteria.

 

Un microbioma saludable mejora resultados del trasplante de progenitores hematopoyéticos