Hace unos días numerosos medios de comunicación se hicieron eco de la publicación de un par de estudios científicos liderados por el Instituto Weizmann de Ciencias (Israel) en Cell. Ambas investigaciones concluían que tomar probióticos podría tener un efecto menor del esperado y que, en el caso de tomarlos para mitigar los efectos de los antibióticos, como la diarrea, incluso podrían retrasar la recuperación de la microbiota intestinal.
La comunidad científica que trabaja en este ámbito ha salido en defensa de los probióticos y no da crédito ante los dos trabajos del Instituto Weizmann de Ciencias, ambos liderados por Eran Elinav. Ni inútiles ni dañinos, hay pruebas científicas que demuestran que determinados probióticos sí son beneficiosos para la salud, defienden.
“Sabemos desde hace décadas que los probióticos pueden ser beneficiosos para salud sin necesidad de que para ello tengan que colonizar el intestino. Incluso si las bacterias pasan a través de, colon pueden producir compuestos activos o por un ‘simple’ contacto con la mucosa instigar al sistema inmunitario a producir otros factores antimicrobianos específicos”, concluye Patrice Cani, investigador de la Fundación Belga para la Investigación científica.
