Exponer a las nuevas tecnologías a niños de edades tempranas sigue siendo un tema controvertido. Sin embargo, lo que para algunos puede resultar un peligro, para otros podría convertirse en una herramienta fundamental en su desarrollo. Es el caso de los recursos digitales para facilitar la comunicación entre niños con trastorno del espectro autista (TEA) y su entorno.
En el caso de los niños con autismo, las habilidades de comunicación no se desarrollan siguiendo los patrones considerados normales. Es decir, sus capacidades para hablar y relacionarse no se corresponden con los que podríamos observar en niños no afectados por este trastorno neurobiológico. Para conseguir conectar con ellos es necesaria una ayuda exterior que, en algunas ocasiones, puede encontrarse en la pantalla de un móvil, una tableta o un ordenador.
Claudia Sierra Vandrell, psicóloga infantil especializada en atención precoz, destaca que incluso dentro de los niños con autismo no es posible encontrar un mismo patrón de conducta en lo que se refiere a comunicación: «Hay niños capaces de articular algunas palabras o incluso frases. Otros, en cambio, no dicen nada. Pero incluso para estos últimos no es correcto decir que no pueden comunicarse». Teniendo este factor en mente, durante mucho tiempo se ha trabajado para proporcionar herramientas de comunicación para aquellos a quienes el habla no resulta natural. Con el boom de las nuevas tecnologías, todos estos recursos están encontrando una nueva vida en el entorno digital. «Antes los niños tenían que cargar con unos enormes libros de pictogramas para poderse comunicar, lo que podía ser un problema para su inclusión. Ahora existen muchas aplicaciones mucho más completas que proporcionan infinidad de pictogramas en la palma de la mano».
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