La tinta de los tatuajes afecta al sistema inmune

Un grupo de científicos alemanes y franceses han desvelado por primera vez, en la revista Scientific Reports, que ciertos conservantes y contaminantes asociados a los pigmentos que decoran la piel viajan por el cuerpo hasta los ganglios linfáticos.

Allí se acumulan, tiñen estos órganos con los mismos colores que se incrustan en la piel y los engrosan de manera crónica. «Cuantos más tatuajes se tenga, mayor será el número de partículas que se acumularán en los nódulos linfáticos», ha afirmado a EL MUNDO Ines Schreiver, investigadora del Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos y coautora del estudio en el que también participa el Laboratorio Europeo de Radiación Sincrotrón de Grenoble (Francia).

El color más popular que se aplica en un tatuaje, el negro, se compone de hidrocarburos aromáticos policíclicos, un compuesto orgánico que produce cáncer. En todos los casos, el estudio demuestra también que cualquiera de los pigmentos inoculados en la piel produce una alteración en las proteínas de la membrana de las células que lo rodean, aunque este efecto no se ha visto en los nódulos linfáticos.

El borrado de tatuajes mediante técnicas de láser no elimina el problema sino todo lo contrario. Al aplicar este método «las partículas grandes de pigmento de la piel se romperán en fragmentos más pequeños que viajarán por el cuerpo y serán transferidos al nódulo linfático. El láser además produce un cambio químico en estas partículas», ha concluido la investigadora.

http://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2017/09/13/59b7cb2f22601db5068b4634.html