Un equipo de investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y del Hospital de Sant Pau, de Barcelona ensayarán este año la estimulación magnética transcraneal, para mejorar la calidad de vida de los enfermos de Parkinson.
Cuando estas neuronas mueren, generan temblor, lentitud o rigidez y ello tiene también consecuencias en la memoria y en otros aspectos que afectan al raciocinio.
Aunque no es una enfermedad mortal, tiene una incidencia alta y cada año se diagnostican 18 casos por cada 100.000 personas y la ratio aumenta a partir de los 40 años hasta el punto de que el 30 % de la población de más de ochenta años tiene Parkinson.