Los ultrasonidos, una técnica no invasiva, podría convertirse en un tratamiento para determinados casos de infertilidad masculina. De acuerdo con una investigación publicada en la revista ‘Science Advances‘, puede aumentar el movimiento de los espermatozoides humanos en el laboratorio hasta en un 266%.
Los investigadores de la Universidad de Monash (Australia) utilizaron microfluidos de gotas para evaluar células espermáticas individuales, lo cual no se había hecho antes, y descubrieron que la exposición al ultrasonido inducía movimiento en esperma inmóvil y mejoraba las velocidades de nado en los móviles.
Según la OMS, en el mundo hay 186 millones de personas que sufren de infertilidad, y la mitad de los casos son de infertilidad de origen masculina. No obstante, una pequeña minoría de los pacientes llega a tratarse y a superar la enfermedad. Una de las razones más importante de este bajísimo acceso a los tratamientos son los costes de estos y su baja eficacia. Ante esta emergencia y a una enfermedad absolutamente desatendida a nivel global, los resultados de este estudio nos indican una posible estrategia para adaptar los tratamientos de baja intensidad tecnológica, como la inseminación clásica in vitro o la inseminación intrauterina, a casos más graves.