La bioinformática tiene en sus manos el futuro de la medicina. Y el éxito de esta nueva disciplina dependerá de que se adecue a las preguntas realmente relevantes desde el punto de vista médico. O eso es lo que piensa el director científico de NIM Genetics, Juan C. Cigudosa. Su empresa, con licencia de actividad sanitaria, trabaja en la innovación y en el servicio, en cuatro grandes unidades de producción. La más madura, un biochip que nació con el objetivo de agilizar la detección de enfermedades raras y que, en una de sus múltiples variantes, ya puede emplearse para diagnosticar genéticamente la leucemia.
«Hay niños que nacen con enfermedades completas de origen genético -asociadas generalmente a problemas de discapacidad intelectual y malformaciones congénitas- o afectados por síndromes genéticos no evidentes para los que la medicina no ofrece un diagnóstico temprano», introduce Juan C. Cigudosa.
http://www.elmundo.es/economia/2017/05/10/5912e9f7ca4741536a8b460e.html