Analizar qué genes están activos en un cáncer mejora la terapia personalizada

Analizar la actividad de los genes en un cáncer, y no sólo las mutaciones genéticas que contiene, ayuda a decidir el mejor tratamiento para cada paciente, según una investigación internacional que ha coliderado el Instituto de Oncología de Vall d’Hebron (VHIO). La investigación responde a la creciente disponibilidad de terapias dirigidas. Cada una de estas terapias es eficaz sólo contra una minoría de cánceres. Concretamente, contra aquellos que tienen la molécula concreta que el fármaco utiliza como diana. De ahí que hoy en día sea habitual analizar el genoma de los tumores para saber qué mutaciones tienen en su ADN y con qué fármacos se podrían atacar.

Sin embargo, los fármacos no atacan directamente el ADN sino proteínas que se producen a partir de este ADN. Para que se produzcan las proteínas, un fragmento de ADN debe producir primero una molécula llamada ARN mensajero. A partir de este ARN mensajero, se fabrican después las proteínas.

Médicos de todos los hospitales participantes en el estudio realizaron teleconferencias semanales para decidir de manera individualizada el mejor tratamiento para cada paciente a partir de los datos del genoma y del transcriptoma. Los tratamientos no se limitaron ni a fármacos ni a indicaciones ya aprobados. Si los datos de los genomas o los transcriptomas sugerían que un fármaco podía ser útil para un tipo de cáncer para el que aún no había sido aprobado, los médicos no dudaban en administrarlo. Y si consideraban que era mejor un fármaco experimental, aún no aprobado, este era el que recibían los pacientes.

 

https://www.lavanguardia.com/ciencia/20190423/461799108453/cancer-terapia-personalizada-transcriptoma.html