Casi un tercio de pacientes de ictus o infarto cerebral podría salvar su vida o librarse de una grave discapacidad, si fueran atendidos rápidamente en las unidades específicas de esta enfermedad neurológica. Acudir lo antes posible a un hospital es fundamental. En ictus, tiempo es cerebro, afirma el Dr. José Álvarez Sabin, neurólogo.
Los síntomas de un ictus se caracterizan por una brusca alteración neurológica que se manifiesta a través de déficit de fuerza motora, pérdida de sensibilidad y de visión, visión doble, sensación de vértigo, entre otros. La probabilidad de poder tratar con rapidez a las personas con ictus favorece la mayor recuperación del paciente. Ante este cuadro, debe acudirse rápidamente a una unidad médica especializada, porque para que se produzcan lesiones irreversibles en el cerebro deben pasar varias horas.